El caos y el descontrol reinaron ayer frente a las boleterías del Gigante de Arroyito, en donde los socios canallas se disponían a obtener su entrada para ver a su equipo el domingo contra Newell´s, en el Parque de la Independencia. Pero el escaso control policial, y la falta de un operativo bien planeado, hicieron que se produjeran desmanes significativos y que muchos se quedaron sin su entrada.
En el día de ayer los simpatizantes y socios de Rosario Central debían obtener su entrada para el clásico del próximo domingo. El expendio de las mismas se inició a las 9 de la mañana, y en un comienzo pareció que la jornada iba a ser tranquila. Pero nada fue así. Los simpatizantes canallas derribaron las vallas separadoras a las ventanillas, y la policía, que era la encargada de poner orden, permitió que esto ocurriera sin demasiada resistencia.
El resultado fue más de 5000 personas amontonadas en solo dos ventanillas exigiendo su entrada. Quien obtenía milagrosamente su boleto al domingo era sacado de la muchedumbre a duras penas, aunque muchos de los socios allí presentes no soportaron la situación y se quedaron sin poder ver a su equipo en el parque.
En poco más de dos horas de empujones, calor, cánticos canallas y gente desmayada se agotaron no solo las entradas para el domingo, sino también la paciencia de la gente allí presente para con la policía, que nada hizo para evitar este desastre. Ojalá para la próxima no se repita.
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