martes, 4 de noviembre de 2008

La ética periodística como principal represor de la libertad de expresión

Mucho se habla de lo imprescindible de la libertad de expresión, de la importancia de la libre información y de los factores que atentan contra ellas.
Cuando hablamos de las limitaciones de la libertad de expresión que tienen los periodistas para trabajar, se recae y responsabiliza automáticamente a factores externos al propio periodista. Lo primero que surge es la influencia de los multimedios, de los intereses personales de estos empresarios y que para proteger un trabajo hay que seguir esta linea ideológica impuesta.
Si bien esto es real, no creo que sea el principal factor que atente contra la libertad de expresión. La existencia de multimedios suprime la idea de pluralidad de voces, pero el principal propulsor de inhibir a la libertad de expresión es el propio periodista y no el contexto que lo rodea, ya sea un multimedio, un gobierno o una persona influyente en la sociedad.
El periodista, como hombre razonable, tiene la oportunidad de elegir. Hoy en día se habla de la imposición y presión que ejercen estos monopólicos medios de comunicación, algo a lo que el trabajador se resigna, sin hacer nada para cambiarlo.
Cuando hablamos de multimedios, es hasta lógico y entendible someterse a la imposición. Un comunicador debe seguir la linea de pensamiento, este de acuerdo o no, del medio en que trabaja. Esta situación, indudablemente, suprime a la libertad de expresión, donde se somete a trabajar con y por ideas de otros.
Si bien esto es verdad, el análisis no puede estancarse aquí, más allá de todos los condicionamientos que impone esta actualidad, la ética del periodista sigue siendo el principal factor para defender o suprimir la libertad de expresión.
Por ésta razón de que todo depende del propio periodista, la cesura a la libertad de expresión va a seguir existiendo.
¿Por qué decimos esto? En un supuesto, un periodista escribe una pequeña columna de política en el diario “La Capital” de Rosario, ya no existen ningún tipo de monopolios, ni de gobierno militar ni ningún factor que contribuya a suprimir la libertad de expresión.
Este periodista se destaca por ser un hombre de principios, y si bien tiene grandes ideas, tiene un pequeño lugar en el diario.
Un día lo llama el vocero presidencial y le dice que por protocolo el Presidente tiene que dar una entrevista a un periodista de la ciudad, y que lo habían elegido a él para la exclusiva, ya que eran de gusto del Presidente las notas publicadas en el diario. Pero sin embargo, si accedía a la nota, se debería atener a las preguntas que ellos le otorgarían. Este hombre accede, y luego de la entrevista con el Presidente, el diario lo tiene como unos de los principales escritores de política.
Aquí, en un supuesto, se ve como la ética periodística es la que corrompe contra la libre expresión e información, más allá de los multimedios, de gobiernos impuestos y de todo factor externo, por esta razón, el periodista tiene la obligación de resguardar el derecho más valioso que tiene la profesión: La libertad de expresión.

Mati Martínez


Aquí un video de CQC Chile sobre un lección de Etica periodística al estilo Caiga Quien Caiga

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